Celebrities como Hugh Jackman están jugando un papel importante al aumentar la conciencia sobre el carcinoma, el tipo más común de cáncer de piel, al compartir sus propias experiencias. Si notas una peca que brilla intensamente, sangra o no cicatriza, podría ser un carcinoma basocelular; mientras que si tiene una textura rugosa similar al papel de lija al tocarla, podría tratarse de un carcinoma de células escamosas.
El 75% de todos los cánceres de piel son carcinomas basocelulares, y el 20% son carcinomas de células escamosas. Estas cifras resaltan que son los tumores cutáneos más frecuentes, aunque a menudo se hable más sobre el melanoma, que representa solo el 1-5% de los casos. La razón detrás de esta disparidad de atención se debe a la agresividad del melanoma.
Personalidades famosas como Hugh Jackman, Melanie Griffith, Ewan McGregor, Khloé Kardashian, Lydia Bosch, la periodista Mónica Carrillo o, más recientemente, la influencer «La Vecina Rubia» están contribuyendo significativamente a aumentar la visibilidad del carcinoma de piel compartiendo sus casos particulares y animando a las personas a que consulten a un médico si detectan una peca sospechosa.
Aunque los carcinomas basocelulares y de células escamosas no son tan graves como el melanoma, es crucial saber cómo identificarlos y tratarlos adecuadamente. Con la ayuda del Dr. Onofre Sanmartín, Jefe del Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología, te mostramos cómo reconocer las señales de advertencia.
Carcinoma Basocecular
Este es el cáncer de piel más común y, afortunadamente, el menos peligroso.
Consiste en crecimientos anómalos descontrolados que se desarrollan en las células basales de la epidermis, que es la capa más superficial de la piel. Por suerte, estos tumores tienden a crecer lentamente, aproximadamente hasta 1 cm al año, y rara vez se propagan a otras partes del cuerpo, lo que los hace menos agresivos que el melanoma. No obstante, si no se tratan, pueden extenderse a otros tejidos de la piel e incluso a los huesos.
Alertas de un Carcinoma Basocecular
- Una llaga que sangra o con costra que no cicatriza en al menos 3 semanas.
- Una protuberancia brillante de tono perlino o rosado, que también podría ser oscura.
- Una peca rosada con bordes elevados, similar a si estuviera enrollada.
- Una zona blanquecina con bordes mal definidos, similar a una cicatriz de cera.
- Un parche rojizo con aspecto costroso, o un área irritada que pica o duele.
Relación con las quemaduras solares
Los carcinomas basocelulares suelen aparecer en la cara, las orejas, el cuello, el cuero cabelludo, los hombros o la espalda. Sin embargo, son especialmente comunes en la nariz, donde aproximadamente el 40% de estos tumores se desarrollan. Esta relación no es casualidad, ya que este tipo de carcinoma está estrechamente relacionado con el daño causado por las quemaduras solares en la piel. Por lo tanto…
Es más común en personas que pasan mucho tiempo al aire libre, especialmente durante las horas centrales del día. Las personas de piel y ojos claros, así como aquellas con cabello rubio o pelirrojo, tienen un mayor riesgo de sufrir quemaduras solares.
Aunque históricamente afectaba más a los hombres, en las últimas décadas los casos de mujeres menores de 40 años con carcinoma de células basales se han duplicado. La razón principal de este aumento es el deseo de broncearse sin protección o de forma rápida.
Un tumor tratable
Este tipo de cáncer de piel rara vez pone en peligro la vida del paciente. Sin embargo, cuanto más crezca el tumor, mayor será la cirugía necesaria para extirparlo, lo que puede causar desfiguraciones significativas.
Esto se puede evitar si el carcinoma se trata en sus etapas iniciales. En esta fase, el tumor es fácilmente curable mediante fármacos aplicados directamente sobre la lesión, raspado y quemado con una aguja eléctrica o mediante frío extremo (criocirugía).
Carcinoma de células escamosas
Para prevenir el cáncer de piel, es esencial tomar el sol con precaución y examinar la piel una vez al mes para detectar pecas sospechosas. Sin embargo, al examinar tu cuerpo en busca de lesiones anómalas, no es suficiente mirar detenidamente la piel; también es importante tocarla para identificar texturas extrañas, como las que pueden tener las llamadas queratosis actínicas.
Estas queratosis actínicas son crecimientos escamosos o con costra que pueden evolucionar hacia un carcinoma de células escamosas. Al principio, estas lesiones pueden ser tan pequeñas que se identifican más por el tacto que por la vista, y se sienten como pasar el dedo por un papel de lija. No deben confundirse con las queratosis seborreicas, que no son graves y se sienten como si se «pelaran» ligeramente al rascarlas suavemente.
¿Y si es un pre-cáncer?
Es cierto que no todas las queratosis actínicas se vuelven malignas, pero se consideran pre-cánceres de piel porque entre el 40 y el 60% de los carcinomas de células escamosas tienen su origen en una lesión de este tipo que no se ha tratado y que, con el tiempo, crece hasta parecer una verruga con una superficie rugosa o con costra. Además, estas lesiones sangran fácilmente si se rascan o reciben un golpe.
Suelen presentarse en áreas que han estado expuestas al sol durante toda la vida, como la cara, las manos, el cuero cabelludo en personas calvas, los brazos y las piernas. Tienen más riesgo de propagarse a otras áreas del cuerpo que el carcinoma basocelular, pero si se tratan a tiempo, se curan en más del 95% de los casos. En este sentido, ha habido grandes avances, ya que se han desarrollado fármacos que detienen la propagación del carcinoma de células.